Autor:

Jazmín Esther Chaverra Márquez

Líder del Programa Contaduría Pública y Programa Administración Financiera

 

 

Es posible que hayamos escuchado el término inteligencia de negocios ir y venir por los pasillos de las organizaciones, más creemos que corresponde al ámbito de los ingenieros de sistemas o de las oficinas de tecnología aprender y manejar estas dimensiones de la organización, sin embargo, las gerencias modernas y los controles organizacionales en el siglo XXI, implican un mayor número de reconocimientos de la operación, que convierten el dato en información y la información en decisión y las decisiones en rendimientos y/o beneficios.

La inteligencia de negocios hace varios llamados a la sociedad moderna: Formación, gestión organizacional, modernización filosófica, tecnolenguaje organizacional y gerencial, sobre todo desde un punto de vista abierto el BI es considerada un método, con maneras y herramientas para la detección de nodos tecnológicos, mercados y clientes e innovación para todo tipo de ámbitos, empresas y organizaciones, sin diferenciación, ya que tiene como característica alinearse indistintamente a cualquier tipo de empresas u organización, con o sin ánimo de lucro. En ese sentido Nasullaeva et. al. (2020) menciona que no existe una diferenciación de la inteligencia tecnológica según tipos de empresas, existe un método para la organización de los sistemas de información, lo que vuelve a señalar la capacidad abarcadora del BI y su verdadera contribución a las organizaciones.

Las empresas se juegan su vida en entornos complejos y disruptivos realizando el control estratégico basado en información (Rajnoha et. al, 2016), sin embargo, ya muchas organizaciones de diversos tamaños (lo cual es un avance), entienden la importancia de navegar de manera informada la incertidumbre del siglo XXI. La inteligencia de negocios BI comprende la vertiginosidad de la información, el modelo cambiante de la tecnología y las contribuciones de nuevas herramientas como la Inteligencia artificial (IA) y nuevos métodos de control y gestión como el Blockchain solo por mencionar algunas de sus manifestaciones con aplicación empresarial.

En esta parte, se quiere discernir como la gestión del conocimiento y el BI se articulan para darle respuesta a las exigencias de organizaciones rentables y sostenibles. Worley et. al (2014), señalan que la velocidad de las decisiones que se tomen es lo que les permite a las organizaciones adaptarse a estos entornos emergentes y a la cuarta revolución industrial (4RI), con sus desafíos. La agilidad estratégica es la capacidad de reinvención que tiene la organización a partir de los retos, la velocidad de la reacción (decisión) a la información vital para la sostenibilidad financiera y operativa de las organizaciones.

Al respecto Calof, Richards y Smith (2015) sostienen que, ante la incertidumbre de los productos tecnológicos, tres disciplinas: la gestión del conocimiento, la inteligencia de negocios y la prospectiva ayudan a reducir la probabilidad de los riesgos y problemas permitiendo una política industrial más efectiva. Cada una, coloca a disposición del objeto de conocimiento emergente (la inteligencia de negocios), su visión, la experiencia y la construcción de soluciones a la medida.

A través del Centro de Pensamiento de Transformación Digital, se les recomienda un libro que recopila ese espíritu interdisciplinar, esa convergencia de objetos de desarrollo científico, de disciplinas científicas que se unen para darle paso a las nuevas organizaciones en el cénit del de la cuarta revolución industrial. El libro se llama “Business Intelligence ¿en búsqueda de un objeto perdido?” completamente en español, editado por el Fondo Editorial de CEIPA y que tiene diez capítulos que describen perfectamente las variaciones, las tendencias, las búsquedas y las relaciones que el Business Intelligence teje desde lo científico operacional y estratégico para todas las organizaciones en el mundo.

El mundo no se detiene y la necesidad de comprender los nuevos sistemas es la tarea de ayer de los gerentes, dueños, socios y otros stakeholders en cada una de las organizaciones, indistintamente su tamaño o sector. Es organización empresarial en acción, BI la respuesta.

 

 

 

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